QUERIDOS AMIGOS AQUI ESTA EL SEPTIMO LIBRO DE HARRY POTTER..
SI TU ERES UNA DE LAS PERSONAS QUE VIVIO CON HARRY POTTER HASTA EL FINAL, VIVIENDO SUS AVENTURAS, HECHIZANDO CON SUS VARITAS, SUFRIENDO CON EL, DIVIRTIENDOTE CON EL....
LLEGO EL FINAL DE ESTA HISTORIA DE MAGIA, LLEGO EL FINAL DE LAS TRAGEDIAS DE HARRY Y EL INICIO DE UNA VIDA FELIZ...
TU ESTUVISTE JUNTO A EL POR SIEMPRE HASTA EL MISMISIMO FINAL..
J.K ROWLING
domingo, 30 de agosto de 2009
CAPITULO 1: El Ascenso del Señor tenebroso
Dos hombres aparecieron en un sendero bañado por la luz de la luna apartados por escasos metros de distancia. Ambos se apuntaban con las varitas hasta que se reconocieron y comenzaron a andar hacia el mismo camino.
Snape traía excelentes noticias. Yaxley había tenido problemas con su misión pero finalmente la había sacado a flote, confiaba en que “él” estuviera satisfecho. Yaxley le preguntó a Snape si estaba convencido de que lo recibiría bien. Snape solo asintió y no dio más explicaciones. Los pavorreales de Lucius asustaron a Yaxley, quien llamó a Lucius engreído.
Una gran mansión comenzó a aparecer entre la oscuridad. Se acercaron a la puerta que abrió hacia adentro, pero no se vio quien la abría. El vestíbulo estaba débilmente iluminado y decorado con suntuosidad. Los dos hombres se detuvieron frente a una maciza puerta de madera, titubearon un instante y, acto seguido, Snape hizo girar la manija de Bronce.
El salón estaba repleto de gente sentada alrededor de una larga y ornamentada mesa, todos guardaban silencio. El salón estaba únicamente iluminado por la chimenea, bajo una repisa de mármol coronada con un espejo de marca dorado. Snape y Yaxley tardaron un momento en acostumbrarse a la luz, cuando se acostumbraron vieron lo más extraño de la escena: Un figura humana colgaba cabeza abajo sobre una mesa.
Una voz potente y clara llamo a los recién llegados, casi llegaban tarde. Quien había hablado estaba situado delante de la chimenea, por lo que solo se veía su silueta. Al acercarse pudieron distinguir más claramente un rostro liso sin una pizca de vello, serpentino, con dos rendijas a modo de orificios nasales y ojos rojos y refulgentes.
Voldemort le indicó a Snape que se sentara a su lado y Yaxley debía sentarse junto a Dolohov. Las miradas seguían a Snape, Voldemort le preguntó sobre las noticas que traía: La orden del fénix sacaría a Harry Potter el sábado al anochecer. Los ojos de Voldemort se clavaron en los de Snape con tal vehemencia que algunos de los presentes desviaron la mirada, pero Snape mantuvo firme la mirada, Voldemort esbozó algo parecido a una sonrisa. Yaxley dijo que la información que el tenia era que Potter seria trasladado en día treinta, es decir, la noche antes de que alcanzara la mayoría de edad. Snape advirtió que planeaban dar una pista falsa, esa debía ser la pista falsa. La orden ya no confiaba en el ministerio, porque pensaban que ya estaba bajo el yugo de Voldemort. Un hombre rechoncho dijo que la orden no se equivocaba en eso. Yaxley quiso seguir explicando lo que el había descubierto, pero Voldemort lo hizo callar levantando su mano y volvió a dirigirse a Snape.
Planeaban esconder a Harry en la casa de un miembro de la orden, la casa en cuestión tenia toda la protección que la orden y el ministerio podían proporcionar. Si el ministerio había caído antes del sábado, no habría problema en burlar los sortilegios. Voldemort nuevamente se dirigió a Yaxley preguntando si el ministerio caería antes del sábado. Yaxley dijo que había conseguido hacerle la maldición imperius a Pius Thicknesse. Voldemort dijo que necesitaban matar al ministro antes de entrar en acción. Según Yaxley, Pius tenía contactos en todos los departamentos y entonces seria fácil acabar con Scrimgeour. Además de tener infiltrados en el departamento de transportes mágicos, que le informarían inmediatamente si Potter trataba de usar la red flu o aparecerse. Snape dijo que no harían ninguna de esas cosas, ya que la orden evitaba todo lo que tuviera que ver con el ministerio. Lo que seria mejor, ya que significaba que tendrían que sacar a Harry a campo abierto.
Voldemort dijo querer a Harry para el, si seguía con vida era debido a sus errores y no a los aciertos del chico. Ahora entendía cosas que antes no, el debía matar a Potter y así lo haría. Pero para conseguirlo necesitaba otra varita, una varita que uno de sus súbditos le daría. Como nadie se ofreció le pidio la varita a Lucius. Lucius dudó en dársela, miro a su esposa, que le tomo la muñeca. A esa señal Lucius entrego la varita. Voldemort sacó su varita para comparar sus longitudes. Lucius creyó que se al daría a cambio de la suya. Voldemort se burló, debería estar agradecido de que le regalara su libertad, pero más bien parecía que no estaban cómodos con su presencia en su casa.
Lucius rápidamente desmintió eso, pero Voldemort sabia que mentía. Voldemort siguió produciendo un silbido aun después de terminar de hablar. Una enorme serpiente se deslizó bajo la mesa y trepó hasta los hombros de Voldemort, quien siguió acusando a los Malfoy de mentir sobre querer su regreso. Una mujer morena dijo con voz emocionada que para ellos era todo un honor alojarlo en casa de su familia. Bellatrix estaba sentada junto a su hermana, pero a diferencia de Narcissa, que estaba tensa e impasible, Bella se inclinaba hacia Voldemort, ya que sus palabras no le bastaban para expresar sus ansias de proximidad.
Voldemort comenzó a hablar sobre la sobrina de Bellatrix y Narcissa, sobre que se había casado con Remus Lupin, el hombre lobo. Los presentes rieron. Bellatrix se sintió humillada y no tardó en decir que ellas ya no tenían relación con su hermana y que Tonks y la bestia con que esta se había casado no significaban nada para ellas. Voldemort se dirigió a Draco, preguntándole si el cuidaría a los cachorritos. La hilaridad seguía en aumento, pero se para en cuanto Voldemort dijo que parara. Le dijo a Bella que era necesario podar su árbol genealógico, y esta dijo que lo haría en la primera ocasión que tuviera.
Voldemort apuntó la varita al cuerpo que flotaba sobre la mesa y enseguida este volvió a cobrar vida. Le preguntó a Severus si la conocía, este volteó a verla, la mujer le gritó por ayuda. Snape la reconoció. Voldemort le pregunto a Draco si el la conocía, pero este negó con la cabeza. La mujer era la profesora Charity Burbage de estudios Muggles de Hogwarts. Charity volvió a pedirle ayuda a Snape, pero Voldemort la calló. Explicó que esa mujer le enseñaba a los hijos de magos que los muggles no eran diferentes a ellos, además de que había escrito un articulo en el profeta que hablaba de que debían llevarse bien con los muggles, si por ella fuera, según Voldemort, debían emparejarse con muggles o, ¿Por qué no?, con hombres lobo.
La mujer quedo de frente a Snape por tercera vez, las lagrimas surcaban su rostro, Snape la miraba impertérrito.
Voldemort utilizó Avada Kedavra y un destello de luz verde iluminó hasta el ultimo rincón de la sala y Charity cayó con un resonante estrepito sobre la mesa. Voldemort le dijo a Nagini que era hora de comer. La serpiente abandonó los hombros de Voldemort y se deslizó por el pulido suelo de madera.
Snape traía excelentes noticias. Yaxley había tenido problemas con su misión pero finalmente la había sacado a flote, confiaba en que “él” estuviera satisfecho. Yaxley le preguntó a Snape si estaba convencido de que lo recibiría bien. Snape solo asintió y no dio más explicaciones. Los pavorreales de Lucius asustaron a Yaxley, quien llamó a Lucius engreído.
Una gran mansión comenzó a aparecer entre la oscuridad. Se acercaron a la puerta que abrió hacia adentro, pero no se vio quien la abría. El vestíbulo estaba débilmente iluminado y decorado con suntuosidad. Los dos hombres se detuvieron frente a una maciza puerta de madera, titubearon un instante y, acto seguido, Snape hizo girar la manija de Bronce.
El salón estaba repleto de gente sentada alrededor de una larga y ornamentada mesa, todos guardaban silencio. El salón estaba únicamente iluminado por la chimenea, bajo una repisa de mármol coronada con un espejo de marca dorado. Snape y Yaxley tardaron un momento en acostumbrarse a la luz, cuando se acostumbraron vieron lo más extraño de la escena: Un figura humana colgaba cabeza abajo sobre una mesa.
Una voz potente y clara llamo a los recién llegados, casi llegaban tarde. Quien había hablado estaba situado delante de la chimenea, por lo que solo se veía su silueta. Al acercarse pudieron distinguir más claramente un rostro liso sin una pizca de vello, serpentino, con dos rendijas a modo de orificios nasales y ojos rojos y refulgentes.
Voldemort le indicó a Snape que se sentara a su lado y Yaxley debía sentarse junto a Dolohov. Las miradas seguían a Snape, Voldemort le preguntó sobre las noticas que traía: La orden del fénix sacaría a Harry Potter el sábado al anochecer. Los ojos de Voldemort se clavaron en los de Snape con tal vehemencia que algunos de los presentes desviaron la mirada, pero Snape mantuvo firme la mirada, Voldemort esbozó algo parecido a una sonrisa. Yaxley dijo que la información que el tenia era que Potter seria trasladado en día treinta, es decir, la noche antes de que alcanzara la mayoría de edad. Snape advirtió que planeaban dar una pista falsa, esa debía ser la pista falsa. La orden ya no confiaba en el ministerio, porque pensaban que ya estaba bajo el yugo de Voldemort. Un hombre rechoncho dijo que la orden no se equivocaba en eso. Yaxley quiso seguir explicando lo que el había descubierto, pero Voldemort lo hizo callar levantando su mano y volvió a dirigirse a Snape.
Planeaban esconder a Harry en la casa de un miembro de la orden, la casa en cuestión tenia toda la protección que la orden y el ministerio podían proporcionar. Si el ministerio había caído antes del sábado, no habría problema en burlar los sortilegios. Voldemort nuevamente se dirigió a Yaxley preguntando si el ministerio caería antes del sábado. Yaxley dijo que había conseguido hacerle la maldición imperius a Pius Thicknesse. Voldemort dijo que necesitaban matar al ministro antes de entrar en acción. Según Yaxley, Pius tenía contactos en todos los departamentos y entonces seria fácil acabar con Scrimgeour. Además de tener infiltrados en el departamento de transportes mágicos, que le informarían inmediatamente si Potter trataba de usar la red flu o aparecerse. Snape dijo que no harían ninguna de esas cosas, ya que la orden evitaba todo lo que tuviera que ver con el ministerio. Lo que seria mejor, ya que significaba que tendrían que sacar a Harry a campo abierto.
Voldemort dijo querer a Harry para el, si seguía con vida era debido a sus errores y no a los aciertos del chico. Ahora entendía cosas que antes no, el debía matar a Potter y así lo haría. Pero para conseguirlo necesitaba otra varita, una varita que uno de sus súbditos le daría. Como nadie se ofreció le pidio la varita a Lucius. Lucius dudó en dársela, miro a su esposa, que le tomo la muñeca. A esa señal Lucius entrego la varita. Voldemort sacó su varita para comparar sus longitudes. Lucius creyó que se al daría a cambio de la suya. Voldemort se burló, debería estar agradecido de que le regalara su libertad, pero más bien parecía que no estaban cómodos con su presencia en su casa.
Lucius rápidamente desmintió eso, pero Voldemort sabia que mentía. Voldemort siguió produciendo un silbido aun después de terminar de hablar. Una enorme serpiente se deslizó bajo la mesa y trepó hasta los hombros de Voldemort, quien siguió acusando a los Malfoy de mentir sobre querer su regreso. Una mujer morena dijo con voz emocionada que para ellos era todo un honor alojarlo en casa de su familia. Bellatrix estaba sentada junto a su hermana, pero a diferencia de Narcissa, que estaba tensa e impasible, Bella se inclinaba hacia Voldemort, ya que sus palabras no le bastaban para expresar sus ansias de proximidad.
Voldemort comenzó a hablar sobre la sobrina de Bellatrix y Narcissa, sobre que se había casado con Remus Lupin, el hombre lobo. Los presentes rieron. Bellatrix se sintió humillada y no tardó en decir que ellas ya no tenían relación con su hermana y que Tonks y la bestia con que esta se había casado no significaban nada para ellas. Voldemort se dirigió a Draco, preguntándole si el cuidaría a los cachorritos. La hilaridad seguía en aumento, pero se para en cuanto Voldemort dijo que parara. Le dijo a Bella que era necesario podar su árbol genealógico, y esta dijo que lo haría en la primera ocasión que tuviera.
Voldemort apuntó la varita al cuerpo que flotaba sobre la mesa y enseguida este volvió a cobrar vida. Le preguntó a Severus si la conocía, este volteó a verla, la mujer le gritó por ayuda. Snape la reconoció. Voldemort le pregunto a Draco si el la conocía, pero este negó con la cabeza. La mujer era la profesora Charity Burbage de estudios Muggles de Hogwarts. Charity volvió a pedirle ayuda a Snape, pero Voldemort la calló. Explicó que esa mujer le enseñaba a los hijos de magos que los muggles no eran diferentes a ellos, además de que había escrito un articulo en el profeta que hablaba de que debían llevarse bien con los muggles, si por ella fuera, según Voldemort, debían emparejarse con muggles o, ¿Por qué no?, con hombres lobo.
La mujer quedo de frente a Snape por tercera vez, las lagrimas surcaban su rostro, Snape la miraba impertérrito.
Voldemort utilizó Avada Kedavra y un destello de luz verde iluminó hasta el ultimo rincón de la sala y Charity cayó con un resonante estrepito sobre la mesa. Voldemort le dijo a Nagini que era hora de comer. La serpiente abandonó los hombros de Voldemort y se deslizó por el pulido suelo de madera.
CAPITULO 2: In memoriam
Harry sangraba. Cuando se dirigía al baño a lavarse la herida le dio un puntapié a una taza de té que estaba en el suelo, seguramente Dudley la dejo pensando que seria una buena broma. Tubo que recoger los pedazos y después limpiarse el dedo cortado. Estaba enojado de no poder usar magia, aunque de nada hubiera servido, porque no sabía curar ese tipo de heridas, debía pedirle ayuda a Hermione. Antes de regresar a su cuarto limpió el té derramado con un puñado de papel de baño.
Había pasado la mañana vaciando su baúl por completo. Antes solo se limitaba a sacar sus objetos viejos para sustituirlos o ponerlos al día, pero dejaba una capa de residuos en el fondo. Unos minutos antes al meter la mano en esa basura, había sentido un dolor agudo en el dedo anular. Un trozo de aproximadamente cinco centímetros del espejo encantado que le había regalado Sirius, su difunto padrino, le había cortado el dedo. Lo puso aparte y siguió buscando el resto dl espejo, pero este se encontraba pulverizado y adherido a la capa de residuos mas profunda. Observó el pedazo de espejo que sólo reflejaba su ojo, lo dejó sobre el Diario El Profeta aún sin leer y para borrar ese torrente de amargos recuerdos siguió limpiando su baúl.
Tardó una hora en vaciarlo por completo, acomodó en un rincón todos sus útiles escolares, ya que esta vez no los necesitaría. En cambio metió en una mochila vieja la ropa de muggle, la capa invisible, el equipo de preparar pociones, algunos libros, el álbum de fotografías que le había regalado Hagrid, un atado de cartas y su varita mágica. En el bolsillo delantero guardó el mapa del merodeador, el guardapelo con la nota firmada R.A.B., no porque fuera importante para fines prácticos, si no por lo que había costado obtenerlo.
Encima de su escritorio, junto a Hedwig, había periódicos amontonados de cada día que había pasado en Privet Drive durante ese verano. Harry revisaba los periódicos antes de tirarlos. A medida que avanzaba iba mas lento, ya que buscaba uno llegado poco después de su arribo a Privet drive. Por fin lo encontró, busco la pagina 10 y se dejo caer en la silla de su escritorio para leerlo.
REMEMBRANZA SOBRE ALBUS DUMBLEDOREElphias Doge.
En la reseña Elphias nos cuenta como fue que conoció a Dumbledore cuando empezaron Hogwarts. Dumbledore llegaba bajo la sombra del crimen que había cometido su padre Percival: había ataca a tres muggles. Muchos pensaron que Dumbledore seria igual, pero el nunca mostró tendencias anti muggles. De hecho comenzó a ganar mucha fama que eclipsó la de su padre. Albus se convertía en el alumno más brillante que había pisado Hogwarts, sus amigos se beneficiaban de su ejemplo. Años más tarde le comentó a Elphias que lo que más le gustaba era enseñar.
Tres años después de su llegada a Hogwarts, su hermano Abeforth se sumó a las filas del colegio. Los dos chicos eran diferentes, pero se llevaban tan bien como podían llevarse. Debía ser difícil para Abeforth ser opacado por su brillante hermano.
Al terminar Hogwarts Elphias y Albus decidieron realizar un viaje por el mundo, pero Albus no pudo asistir debido a la muerte de su madre, Kendra, así que el se convirtió en la cabeza de la familia. Fue el periodo en que mas tiempo estuvieron separados, pero siempre se escribían cartas. Ya casi al final del viaje, Elphias se enteró de otra tragedia, la muerte de la hermana de Albus, Ariana. La muerte de Ariana y el sentimiento de culpa que lo embargo lo marcaron para siempre.
Dumbledore logró varias cosas en los años siguientes, sin contar las enormes contribuciones al acervo del conocimiento. Menciona que aún no ahí ningún duelo mágico que pueda compararse con el que protagonizaron el y Grindelwald en 1945. Nos dice que nunca fue pedante ni orgulloso y sus tempranas perdidas lo dotaron de una enorme compasión y una gran humanidad. Finalmente dice que no tiene palabras para expresar cuanto lo echara de menos y que nadie puede poner en juicio que fue el director mas querido de Hogwarts. Murió como había vivido: Por el triunfo del bien.
Harry terminó de leer pero siguió contemplando la fotografía que acompañaba la nota necrológica. Siempre había pensado que conocía bien a Dumbledore, pero se había dado cuenta de que apenas conocía nada de él. Había muchas cosas que no le había preguntado, de lo único que hablaban era de él; el pasado de Harry, el futuro de Harry, los planes de Harry. Solo había una pregunta personal que le había hecho y que sospechaba no le había contestado con sinceridad:
¿Qué es lo que ve cuando se mira en el espejo?¿Yo? Me veo sosteniendo un par de gruesos calcetines de lana.
Harry permaneció pensativo, guardo la remembranza de Elphias en uno de sus libros y tiró el resto del periódico. El periódico de ese día seguía sobre su cama y algo llamó su atención. Cruzó la habitación y tomó el periódico. En la mitad inferior de la primera plana había un titular pequeño acompañado de una foto de Dumbledore.
DUMBLEDORE. ¿LA VERDAD, POR FIN?
La pequeña nota hablaba sobre un libro biográfico sobre Albus Dumbledore escrito por Rita Skeeter “Vida y mentiras de Albus Dumbledore”. Decía que el libro revelaba los vergonzosos secretos que Dumbledore se había llevado a la tumba. Una entrevista a Rita se encontraba en la pagina 13.
Harry buscó rápidamente la pagina 13 y encontró otra fotografía conocida. Una mujer de gafas y rubio cabello rizado. Hizo todo lo posible por ignorar esa desagradable imagen y leyó la entrevista.
Rita dice que sabía que el mundo mágico necesitaba saber la historia completa y que ella quería ser la primera en satisfacer esa necesidad. También se burla de la remembranza echa por Elphias, alegando que la ultima vez que lo entrevisto estaba totalmente ido y pensaba que se encontraban el lago Windermere. Habla de una fuente de información por la que muchos periodistas cambiarían su varita, de alguien cercano a Dumbledore.
Según ella Dumbledore tuvo sus momentos de escarceos en las artes oscuras y que de joven no era muy tolerante. Pero de lo que dice que le intriga mas es su familia, específicamente su hermana y su madre, así que investigó y no tardó en descubrir un nido de infamias. Además dice que su batalla con Grindelwald no fue lo que dicen las historias, dice que Grindelwald prácticamente alzó una bandera blanca.
El tema que no podía faltar en su entrevista fue el de la relación de Dumbledore con Harry, al que le dedica un capítulo completo en su libro, según dice algunos la consideraban morbosa. Además de que menciona su “estrecha” amistad con Harry. Por último dice que la muerte de Dumbledore podría no ser como se dice que fue y que para averiguar más sobre ese tema deberían leer su libro.
Harry estaba indignado por lo que acababa de leer en esa entrevista y varias partes de ella rondaban su cabeza. Mentiras.
Se dejó caer sobre su cama, tomó el pedazo de espejo y lo giró entre sus dedos al tiempo que pensaba en Dumbledore y en los embustes de Rita Skeeter.
De pronto percibió un destello azul en el espejo. Debían ser imaginaciones. Miro hacia atrás y lo único que veía eran las paredes color durazno de la habitación. Volvió a mirar el espejo y sólo vio su ojo de un verde brillante devolviéndole la mirada.
Se lo había imaginado, era evidente, porque estaba pensando en el difunto director. Si de algo estaba seguro era que la mirada de Dumbledore no volvería a clavarse en la suya.
Había pasado la mañana vaciando su baúl por completo. Antes solo se limitaba a sacar sus objetos viejos para sustituirlos o ponerlos al día, pero dejaba una capa de residuos en el fondo. Unos minutos antes al meter la mano en esa basura, había sentido un dolor agudo en el dedo anular. Un trozo de aproximadamente cinco centímetros del espejo encantado que le había regalado Sirius, su difunto padrino, le había cortado el dedo. Lo puso aparte y siguió buscando el resto dl espejo, pero este se encontraba pulverizado y adherido a la capa de residuos mas profunda. Observó el pedazo de espejo que sólo reflejaba su ojo, lo dejó sobre el Diario El Profeta aún sin leer y para borrar ese torrente de amargos recuerdos siguió limpiando su baúl.
Tardó una hora en vaciarlo por completo, acomodó en un rincón todos sus útiles escolares, ya que esta vez no los necesitaría. En cambio metió en una mochila vieja la ropa de muggle, la capa invisible, el equipo de preparar pociones, algunos libros, el álbum de fotografías que le había regalado Hagrid, un atado de cartas y su varita mágica. En el bolsillo delantero guardó el mapa del merodeador, el guardapelo con la nota firmada R.A.B., no porque fuera importante para fines prácticos, si no por lo que había costado obtenerlo.
Encima de su escritorio, junto a Hedwig, había periódicos amontonados de cada día que había pasado en Privet Drive durante ese verano. Harry revisaba los periódicos antes de tirarlos. A medida que avanzaba iba mas lento, ya que buscaba uno llegado poco después de su arribo a Privet drive. Por fin lo encontró, busco la pagina 10 y se dejo caer en la silla de su escritorio para leerlo.
REMEMBRANZA SOBRE ALBUS DUMBLEDOREElphias Doge.
En la reseña Elphias nos cuenta como fue que conoció a Dumbledore cuando empezaron Hogwarts. Dumbledore llegaba bajo la sombra del crimen que había cometido su padre Percival: había ataca a tres muggles. Muchos pensaron que Dumbledore seria igual, pero el nunca mostró tendencias anti muggles. De hecho comenzó a ganar mucha fama que eclipsó la de su padre. Albus se convertía en el alumno más brillante que había pisado Hogwarts, sus amigos se beneficiaban de su ejemplo. Años más tarde le comentó a Elphias que lo que más le gustaba era enseñar.
Tres años después de su llegada a Hogwarts, su hermano Abeforth se sumó a las filas del colegio. Los dos chicos eran diferentes, pero se llevaban tan bien como podían llevarse. Debía ser difícil para Abeforth ser opacado por su brillante hermano.
Al terminar Hogwarts Elphias y Albus decidieron realizar un viaje por el mundo, pero Albus no pudo asistir debido a la muerte de su madre, Kendra, así que el se convirtió en la cabeza de la familia. Fue el periodo en que mas tiempo estuvieron separados, pero siempre se escribían cartas. Ya casi al final del viaje, Elphias se enteró de otra tragedia, la muerte de la hermana de Albus, Ariana. La muerte de Ariana y el sentimiento de culpa que lo embargo lo marcaron para siempre.
Dumbledore logró varias cosas en los años siguientes, sin contar las enormes contribuciones al acervo del conocimiento. Menciona que aún no ahí ningún duelo mágico que pueda compararse con el que protagonizaron el y Grindelwald en 1945. Nos dice que nunca fue pedante ni orgulloso y sus tempranas perdidas lo dotaron de una enorme compasión y una gran humanidad. Finalmente dice que no tiene palabras para expresar cuanto lo echara de menos y que nadie puede poner en juicio que fue el director mas querido de Hogwarts. Murió como había vivido: Por el triunfo del bien.
Harry terminó de leer pero siguió contemplando la fotografía que acompañaba la nota necrológica. Siempre había pensado que conocía bien a Dumbledore, pero se había dado cuenta de que apenas conocía nada de él. Había muchas cosas que no le había preguntado, de lo único que hablaban era de él; el pasado de Harry, el futuro de Harry, los planes de Harry. Solo había una pregunta personal que le había hecho y que sospechaba no le había contestado con sinceridad:
¿Qué es lo que ve cuando se mira en el espejo?¿Yo? Me veo sosteniendo un par de gruesos calcetines de lana.
Harry permaneció pensativo, guardo la remembranza de Elphias en uno de sus libros y tiró el resto del periódico. El periódico de ese día seguía sobre su cama y algo llamó su atención. Cruzó la habitación y tomó el periódico. En la mitad inferior de la primera plana había un titular pequeño acompañado de una foto de Dumbledore.
DUMBLEDORE. ¿LA VERDAD, POR FIN?
La pequeña nota hablaba sobre un libro biográfico sobre Albus Dumbledore escrito por Rita Skeeter “Vida y mentiras de Albus Dumbledore”. Decía que el libro revelaba los vergonzosos secretos que Dumbledore se había llevado a la tumba. Una entrevista a Rita se encontraba en la pagina 13.
Harry buscó rápidamente la pagina 13 y encontró otra fotografía conocida. Una mujer de gafas y rubio cabello rizado. Hizo todo lo posible por ignorar esa desagradable imagen y leyó la entrevista.
Rita dice que sabía que el mundo mágico necesitaba saber la historia completa y que ella quería ser la primera en satisfacer esa necesidad. También se burla de la remembranza echa por Elphias, alegando que la ultima vez que lo entrevisto estaba totalmente ido y pensaba que se encontraban el lago Windermere. Habla de una fuente de información por la que muchos periodistas cambiarían su varita, de alguien cercano a Dumbledore.
Según ella Dumbledore tuvo sus momentos de escarceos en las artes oscuras y que de joven no era muy tolerante. Pero de lo que dice que le intriga mas es su familia, específicamente su hermana y su madre, así que investigó y no tardó en descubrir un nido de infamias. Además dice que su batalla con Grindelwald no fue lo que dicen las historias, dice que Grindelwald prácticamente alzó una bandera blanca.
El tema que no podía faltar en su entrevista fue el de la relación de Dumbledore con Harry, al que le dedica un capítulo completo en su libro, según dice algunos la consideraban morbosa. Además de que menciona su “estrecha” amistad con Harry. Por último dice que la muerte de Dumbledore podría no ser como se dice que fue y que para averiguar más sobre ese tema deberían leer su libro.
Harry estaba indignado por lo que acababa de leer en esa entrevista y varias partes de ella rondaban su cabeza. Mentiras.
Se dejó caer sobre su cama, tomó el pedazo de espejo y lo giró entre sus dedos al tiempo que pensaba en Dumbledore y en los embustes de Rita Skeeter.
De pronto percibió un destello azul en el espejo. Debían ser imaginaciones. Miro hacia atrás y lo único que veía eran las paredes color durazno de la habitación. Volvió a mirar el espejo y sólo vio su ojo de un verde brillante devolviéndole la mirada.
Se lo había imaginado, era evidente, porque estaba pensando en el difunto director. Si de algo estaba seguro era que la mirada de Dumbledore no volvería a clavarse en la suya.
CAPITULO 3: La Despedida de Los Dursley
Tío Vernon llamó a Harry porque quería hablar con el. Harry bajó los escalones lentamente y se encontró con los tres Dursley vestidos con ropa de viaje. Tío Vernon le indicó que se sentara mientras él empezaba a pasearse por el salón.
Vernon había cambiado de opinión en cuanto a irse. Los Dursley llevaban cambiando de idea cada veinticuatro horas, cargaban y vaciaban el coche. Harry les había contado que ellos estaban amenazados por algunos “de los suyos”. Vernon no le creía, según el, Harry quería quedarse con la casa para sacarle beneficio, pero Harry, que ahora era más rebelde en su forma de hablarle a tío Vernon, le dijo que no la quería por que el ya tenia una heredada de su padrino.
Harry impaciente le volvió a repetir a Vernon lo que ya le habían dicho el Kingsley y el señor Weasley. En cuanto cumpliera diecisiete años el encantamiento protector se rompería y Voldemort iría a la casa para secuestrarlos, esperando que Harry volviera a rescatarlos. Sus miradas se cruzaron y Harry tuvo la certeza de que en ese instante ambos se preguntaban lo mismo. Debían esconderse y la Orden les ofrecía ayuda.
Tío Vernon se preguntaba porque el ministerio de magia, no les mandaba protección, a fin de cuentas eran las victimas por hospedar a un individuo fichado. Tío Vernon tenía mucha confianza en el gobierno. Harry le explicó que creían que se habían infiltrado en el ministerio. Entonces Vernon pidió a Kingsley, al que le tenían una confianza nunca antes vista en ellos hacia un mago. Kingsley protegía al ministro muggle y se había ganado la confianza de los Dursley. Pero exactamente por esa misma razón no podía ser asignado a los Dursley, estaba ocupado protegiendo al ministro. Además Hestia Jones y Dedalus Diggle estaba perfectamente capacitados, según dijo Harry. Tío Vernon dijo querer ver sus currículos.
Entonces Harry perdió la paciencia, se levantó y le dijo que todos los desastres que habían sucedido desde hace algún tiempo no eran accidentes. Voldemort mataba muggles por diversión. Hasta la niebla producida era por dementores y si no recordaba quienes eran, le recomendó preguntarle a su hijo.
Dudley preguntó si había más y Harry contesto afirmativamente. Vernon dijo entender y Harry dijo que eso era lo mejor, porque cuando él cumpliera diecisiete todo tipo de criaturas controladas por Voldemort irían a buscarlos.
Entonces Dudley dijo que él si iría con la Orden. Harry supo que la batalla estaba ganada, ya que sus padres nunca se separarían de su cachorrito. Miró el reloj, les avisó que llegarían en cinco minutos y se dirigió a su dormitorio.
Se preguntaba como se despediría de ellos, si llevaban dieciséis años detestándose. Repasó el contenido de su mochila, alimentó a Hedwig con frutos secos lechuciles y le dijo que no tardarían en irse y entonces podría volver a volar.
El timbre sonó y Harry bajo ya que los Dursley no podrían arreglárselas solos con Dedalus y Hestia. Al bajar ambos saludaron muy alegremente a Harry y a los Dursley los saludaron como “parientes de Harry Potter”, lo que les molesto.
El plan consistía en irse antes que Harry, ya que no podían emplear magia en la casa porque le darían una escusa al Ministerio para apresarlo. Se irían en coche y se alejarían 15 kilómetros, luego se desaparecerían e irían al lugar seguro que habían escogido. En cuanto a Harry los planes habían cambiado y una escolta iría por el en vez de solo usar la aparición conjunta con Ojoloco.
El reloj de bolsillo de Dedalus dijo que se dieran prisa. Dedalus preguntó si estaban listos y Hestia sugirió darles un momento a solas para que se despidieran, pero Harry dijo que no hacia falta, Vernon se despidió de el y tuvo la intención de estrecharle la mano, pero se arrepintió a ultimo momento. Vernon estaba a punto de llegar a la puerta cuando Dudley dijo no entender.
Dudley se preguntaba porque Harry no iba con ellos, Vernon dijo que porque no quería. Dudley volvió a preguntar que a donde iría y Vernos contestó que con los de su calaña, lo que escandalizó a Hestia. Harry dijo que no importaba, que ellos solo pensaban que ocupaba espacio.
- Yo no creo que lo único que hagas sea ocupar espacio.
Si Harry no hubiera visto como Dudley movía los labios quizá no lo hubiera creído. Harry se sorprendió por ese comentario y le agradeció abochornado y atónito. Dudley, que parecía lidiar con pensamientos muy complicados, le dijo que le había salvado la vida, aunque Harry dijo que eso no era exactamente cierto, ya que los dementores no mataban, succionaban el alma.
Harry y su primo apenas se habían relacionando en los dos últimos veranos, porque Harry había pasado poco tiempo en Privet Drive y casi siempre se encerraba en su habitación. Entendió que aquella taza de té que había roto en la mañana no era ninguna broma. Estaba emocionado, pero a la vez aliviado de que Dudley hubiera agotado su capacidad de expresar sentimientos.
Tía petunia rompió en llanto y fue a abrazar a Dudley, le enterneció que le diera las gracias a Harry. Hestia se indignó ya que no le había dado las gracias a Harry, pero Harry le dijo que viniendo de Dudley eso era como decir “te quiero”. Vernon enojado dijo que pensaba que tenían un margen de tiempo, y Dedalus lo afirmo, así que era hora de marcharse. Dedalus y Hestia se despidieron de Harry, y este les deseo suerte mirando de soslayo a tía Petunia y Dudley. Este último se separo del abrazo de su madre, se dirigió hacia Harry y le tendió la mano. Harry estaba sorprendido. Le estrechó la mano y le dijo a Big D que se cuidara. Dudley compuso una sonrisa y se fue.
Petunia se despidió de Harry, camino hacia la puerta sin mirarlo, se detuvo y se dio la vuelta. Harry creyó que diría algo, porque había despegado un poco los labios y por su mirada trémula. Pero entonces pareció arrepentirse, hizo un gesto brusco con la cabeza y salió de la habitación tras los pasos de su esposo e hijo.
Vernon había cambiado de opinión en cuanto a irse. Los Dursley llevaban cambiando de idea cada veinticuatro horas, cargaban y vaciaban el coche. Harry les había contado que ellos estaban amenazados por algunos “de los suyos”. Vernon no le creía, según el, Harry quería quedarse con la casa para sacarle beneficio, pero Harry, que ahora era más rebelde en su forma de hablarle a tío Vernon, le dijo que no la quería por que el ya tenia una heredada de su padrino.
Harry impaciente le volvió a repetir a Vernon lo que ya le habían dicho el Kingsley y el señor Weasley. En cuanto cumpliera diecisiete años el encantamiento protector se rompería y Voldemort iría a la casa para secuestrarlos, esperando que Harry volviera a rescatarlos. Sus miradas se cruzaron y Harry tuvo la certeza de que en ese instante ambos se preguntaban lo mismo. Debían esconderse y la Orden les ofrecía ayuda.
Tío Vernon se preguntaba porque el ministerio de magia, no les mandaba protección, a fin de cuentas eran las victimas por hospedar a un individuo fichado. Tío Vernon tenía mucha confianza en el gobierno. Harry le explicó que creían que se habían infiltrado en el ministerio. Entonces Vernon pidió a Kingsley, al que le tenían una confianza nunca antes vista en ellos hacia un mago. Kingsley protegía al ministro muggle y se había ganado la confianza de los Dursley. Pero exactamente por esa misma razón no podía ser asignado a los Dursley, estaba ocupado protegiendo al ministro. Además Hestia Jones y Dedalus Diggle estaba perfectamente capacitados, según dijo Harry. Tío Vernon dijo querer ver sus currículos.
Entonces Harry perdió la paciencia, se levantó y le dijo que todos los desastres que habían sucedido desde hace algún tiempo no eran accidentes. Voldemort mataba muggles por diversión. Hasta la niebla producida era por dementores y si no recordaba quienes eran, le recomendó preguntarle a su hijo.
Dudley preguntó si había más y Harry contesto afirmativamente. Vernon dijo entender y Harry dijo que eso era lo mejor, porque cuando él cumpliera diecisiete todo tipo de criaturas controladas por Voldemort irían a buscarlos.
Entonces Dudley dijo que él si iría con la Orden. Harry supo que la batalla estaba ganada, ya que sus padres nunca se separarían de su cachorrito. Miró el reloj, les avisó que llegarían en cinco minutos y se dirigió a su dormitorio.
Se preguntaba como se despediría de ellos, si llevaban dieciséis años detestándose. Repasó el contenido de su mochila, alimentó a Hedwig con frutos secos lechuciles y le dijo que no tardarían en irse y entonces podría volver a volar.
El timbre sonó y Harry bajo ya que los Dursley no podrían arreglárselas solos con Dedalus y Hestia. Al bajar ambos saludaron muy alegremente a Harry y a los Dursley los saludaron como “parientes de Harry Potter”, lo que les molesto.
El plan consistía en irse antes que Harry, ya que no podían emplear magia en la casa porque le darían una escusa al Ministerio para apresarlo. Se irían en coche y se alejarían 15 kilómetros, luego se desaparecerían e irían al lugar seguro que habían escogido. En cuanto a Harry los planes habían cambiado y una escolta iría por el en vez de solo usar la aparición conjunta con Ojoloco.
El reloj de bolsillo de Dedalus dijo que se dieran prisa. Dedalus preguntó si estaban listos y Hestia sugirió darles un momento a solas para que se despidieran, pero Harry dijo que no hacia falta, Vernon se despidió de el y tuvo la intención de estrecharle la mano, pero se arrepintió a ultimo momento. Vernon estaba a punto de llegar a la puerta cuando Dudley dijo no entender.
Dudley se preguntaba porque Harry no iba con ellos, Vernon dijo que porque no quería. Dudley volvió a preguntar que a donde iría y Vernos contestó que con los de su calaña, lo que escandalizó a Hestia. Harry dijo que no importaba, que ellos solo pensaban que ocupaba espacio.
- Yo no creo que lo único que hagas sea ocupar espacio.
Si Harry no hubiera visto como Dudley movía los labios quizá no lo hubiera creído. Harry se sorprendió por ese comentario y le agradeció abochornado y atónito. Dudley, que parecía lidiar con pensamientos muy complicados, le dijo que le había salvado la vida, aunque Harry dijo que eso no era exactamente cierto, ya que los dementores no mataban, succionaban el alma.
Harry y su primo apenas se habían relacionando en los dos últimos veranos, porque Harry había pasado poco tiempo en Privet Drive y casi siempre se encerraba en su habitación. Entendió que aquella taza de té que había roto en la mañana no era ninguna broma. Estaba emocionado, pero a la vez aliviado de que Dudley hubiera agotado su capacidad de expresar sentimientos.
Tía petunia rompió en llanto y fue a abrazar a Dudley, le enterneció que le diera las gracias a Harry. Hestia se indignó ya que no le había dado las gracias a Harry, pero Harry le dijo que viniendo de Dudley eso era como decir “te quiero”. Vernon enojado dijo que pensaba que tenían un margen de tiempo, y Dedalus lo afirmo, así que era hora de marcharse. Dedalus y Hestia se despidieron de Harry, y este les deseo suerte mirando de soslayo a tía Petunia y Dudley. Este último se separo del abrazo de su madre, se dirigió hacia Harry y le tendió la mano. Harry estaba sorprendido. Le estrechó la mano y le dijo a Big D que se cuidara. Dudley compuso una sonrisa y se fue.
Petunia se despidió de Harry, camino hacia la puerta sin mirarlo, se detuvo y se dio la vuelta. Harry creyó que diría algo, porque había despegado un poco los labios y por su mirada trémula. Pero entonces pareció arrepentirse, hizo un gesto brusco con la cabeza y salió de la habitación tras los pasos de su esposo e hijo.
CAPITULO 4: Los Siete Potters
Harry subió corriendo a su habitación, y pudo ver como el carro de los Dursley se alejaba. Tomó la jaula de Hedwig, su Saeta de Fuego, la mochila y bajó nuevamente. Dejo las cosas junto a la escalera y comenzó a explorar la casa, que en otras ocasiones las horas de soledad suponían un lujo, ya que podía hacer lo que quisiera. Le preguntó a Hedwig, que estaba enojada porque últimamente no salía de su jaula, si quería revisar por última vez la casa. Recordó esos pocos momentos felices que tubo ahí dentro. Y finalmente revisó su antigua alacena, que le provoco nostalgia.
Fuera se oyó un rugido ensordecedor. Harry se incorporó rápidamente y se golpeó en la alacena. Fue tambaleándose hasta la cocina mientras se frotaba la cabeza y miró por la ventana que daba al jardín trasero. Unas ondulaciones recorrían la oscuridad. Entonces comenzaron a aparecer unas figuras a medida que se desactivaban sus encantamientos desilusionadores. Hagrid destacaba en medio de la escena, estaba sentado en una enorme motocicleta con sidecar negro. Alrededor otros desmontaban de escobas.
Harry abrió la puerta para salir a saludarlo, Hermione lo abrazó y Ron le dio unas palmadas en al espalda. Ojoloco indicó que se pusieran a cubierto para explicarle el nuevo plan a Harry. Harry los guió hacia la cocina. Estaban: Ron, Hermione, Fred y George, Bill, el señor Weasley, Ojoloco, Tonks, Lupin, Fleur, Kingsley, Hagrid y Mundungus Fletcher. Harry estaba feliz de verlo a todos, incluso a Mundungus. Antes de que Ojoloco explicara el plan se enteró de que Tonks y Lupin se habían casado.
El plan había cambiado debido a que Pius Thicknesse se había cambiado al otro bando y había prohibido usar la Red Flu, ubicar un translador y salir o entrar mediante aparición en esa casa. Como Harry no había cumplido 17 años tenia activado el detector. El detector era el encantamiento que percibía las actividades mágicas realizadas entorno a lo menores de edad, por lo que no podían hacer ningún hechizo para sacarlo de ahí.
El nuevo plan consistía en usar medios de transporte que no necesitaran usar algún hechizo para utilizarlos: escobas, thestrals y la motocicleta de Hagrid. Harry veía fallas en el plan, pero dejo a Ojoloco continuar. El encantamiento de su madre solo se podría romper si Harry cumplía la mayoría de edad o dejaba de llamar a esa casa Hogar. Habían decidido romper el encantamiento antes de que Harry cumpliera la mayoría de edad. Habían dado una pista falsa en el ministerio que decía que Harry seria transladado hasta el día 30, pero no podían confiarse, ya que Voldemort debió de haber puesto vigilancia en caso de que intentaran sacar a Harry antes. Habían puesto protección a varias casas diferentes, donde todas podían ser la casa donde esconder a Harry, ya que tenían relación con la Orden. Harry se dirigiría a la casa de los padres Tonks y ahí usaría un translador para llegar a la madriguera. Harry por fin explico la falla que le veía al plan. El principio los mortifagos podrían no saber a que casa irían, pero se volvería obvio cuando vieran a catorce personas dirigidas a la casa de Tonks. Ojoloco había olvidado explicar la clave del plan: esa noche habría siete Harry Potters surcando el cielo.
Varias personas del grupo tomarían poción multijugos para tomar la forma de Harry. Harry se opuso a ese plan, hacerse pasar por el era una sentencia de muerte. Harry dijo que él podría oponerse a darle los cabellos, pero Fred y George le hicieron ver que 13 contra uno que no puede usar magia, era una gran ventaja y Ojoloco estuvo de acuerdo con ellos, si era necesario le quitarían esos pelos por la fuerza.
Harry finalmente le dio los cabellos y Ojoloco los metió en la poción multijugos que ya traia preparada. Hermione dijo que se veía más apetitoso que Crabbe y Goyle, Ron la miro arqueando las cejas y ella le explicó que se refería a que la poción de Goyle parecía de mocos. Los que tomarían la forma de Harry serían Ron, Hermione, Fred, George, Fleur y Mundungus, quien no estaba feliz con la idea, pero Ojoloco lo había obligado a ir. Todos se tomaron la poción al mismo tiempo. Ojoloco les entregó ropa en cuanto termino su transformación, les dijo que no olvidaran las gafas y que tomaran el equipaje de otra bolsa. Cuando comenzaron a desvestirse a Harry le hubiera gustado decirles que tuvieran mas respeto con su intimidad.
Las parejas eran las siguientes: Ojoloco y Mundungus viajarían en escoba; Arthur y Fred usarían escoba; Lupin y George, también en escoba; Bill y Fleur usarían un thestral; Kingsley y Hermione en el otro thestral; Tonks y Ron en escoba y Hagrid y Harry en la motocicleta. Harry volvió al recibidor para recoger su Saeta, su mochila y la jaula de Hedwig.
Cuando regreso ya todos estaban preparados en su correspondiente transporte, Harry se acomodo como pudo en el sidecar de la motocicleta, que reconoció como la de Sirius. Hagrid le explicó algunas de las modificaciones que le habían echo él y Arthur. Ojoloco indicó que debían salir todos al mismo tiempo para que la maniobra funcionara. Les deseó suerte a todos, contó hasta tres y todos salieron disparados al cielo.
Harry iba demasiado incomodo en el sidecar, sus piernas ya estaban entumecidas. De pronto se vieron rodeados por al menos treinta figuras encapuchadas que formaban un círculo en donde la orden había ido a meterse.
La motocicleta se puso boca abajo y las cosas de Harry resbalaron entre sus rodillas. La escoba cayó girando sobre si misma, pero Harry pudo agarrar la mochila y la jaula de Hedwig y se sintió aliviado. Hubo otro destello de luz verde. La lechuza chilló y se desplomó en la jaula. Hedwig yacía inmóvil en el fondo de la jaula.
Harry no podía ocuparse por el momento de la lechuza su mayor preocupación era la suerte de los demás. Intento hacer que Hagrid regresara para poder ayudarlos, pero Hagrid dijo claramente que su misión era llevarlo sano y salvo. Cuatro mortifagos se habían separado del grupo y los perseguían lanzándoles maldiciones. Harry contraatacaba, pero los mortifagos esquivaban los ataques. Hagrid apretó un botón verde en la motocicleta y del tubo de escape salió una pared de ladrillos que tres mortifagos esquivaron, el cuarto no lo logró y comenzó a caer junto con la pared, uno de sus compañeros regresó a ayudarlo. Hagrid volvió a acelerar. Los dos mortifagos restantes seguían lanzando maldiciones asesinas que pasaban rozando la cabeza de Harry. Hagrid apretó otro botón y del tubo de escape salió una red, pero los mortifagos lo esquivaron. El tercer mortifago, que había vuelto a socorrer a su compañero, estaba de regreso. Hagrid le dijo a Harry que se agarrara fuerte y apretó un botón morado.
Un chorro de fuego de dragón brotó del tubo de escape y la motocicleta salió despedida hacia adelante. Los mortifagos trataban de esquivar las calientes llamas y al mismo tiempo la pieza que sujetaba el sidecar se había rajado y Harry oscilaba amenazadoramente. Hagrid trató de repararlo pero solo terminó de romperlo. El sidecar caía lentamente.
Harry uso Wingardium leviosa para evitar la caída. Y Hagrid regresó por el antes de que los mortifagos lo alcanzaran. Harry utilizó impedimenta con un mortifago que quedó suspendido en el aire provocando que su compañero casi chocara con él. Hagrid por fin alcanzó a Harry y lo saco del sidecar. Harry pudo tomar la mochila y subir a la motocicleta quedando tras Hagrid espalda con espada. Harry apuntó al sidecar y lo hizo explotar. Sintió una punzada de dolor por Hedwig que había explotado junto con el sidecar. La explosión hizo que un mortifago cayera de la escoba.
Otros dos mortifagos seguían persiguiéndolos. Harry disparó un embrujo bloqueador al mortifago más cercano que al virar se le cayó la capucha descubriendo su cara. Harry lo reconoció la cara extrañamente inexpresiva como Stanley Shunpike y usó Expelliarmus.
- ¡Es él! ¡Es él! ¡Es el auténtico! –
El grito del mortifago encapuchado llego a los oídos de Harry a pesar del ruido de la motocicleta y al cabo de un instante ambos mortifagos había desaparecido. Harry le dijo a Hagrid que usara nuevamente el fuego de dragón, quería alejarse lo más rápido posible de ahí. ¿Como lo habían reconocido?
Harry le decía que ya casi llegaban, que estaba por lograrlo. De pronto Harry sintió un dolor tremendo en la cicatriz. Dos mortifagos aparecieron a su lado lanzando maldiciones asesinas. Y entonces lo vio: Voldemort volaba como el humo en el viento. Harry comenzó a lanzar hechizos aturdidores a diestra y siniestra. La motocicleta empezó a caer fuera de control.
Los mortifagos seguían lanzando maldiciones, Harry sentía demasiado dolor en la cicatriz, sentía que en cualquier momento moriría. Un encapuchado llegó a escasos palmos de el y levantó el brazo, pero antes de que pudiera hacer algo más, Hagrid se lanzó contra el y ahora ambos caían hacia el vacío.
Voldemort iba a utilizar Avada Kedabra con Harry. Harry cerró los ojos debido al dolor de la cicatriz y su varita actuó sola. Percibió como tiraba de su mano como un imán y vislumbro una llamarada de fuego dorado a través de sus cerrados parpados. Voldemort dio un chillido y Harry se dio cuenta de que su nariz estaba pegada al botón del fuego de dragón, así que lo apretó.
Harry salió disparado hacia el suelo, intento atraer a Hagrid con un encantamiento convocador pero de nada sirvió. Escuchó como Voldemort le pedía la varita a Selwyn. Sintió como Voldemort estaba a punto de lanzarle otro hechizo, pero de pronto este se desvaneció. Harry vio a Hagrid tendido en el suelo, intentoó enderezar la motocicleta para no chocar con él y buscó el freno, pero se estrelló en una ciénaga con un fuerte golpe.
Fuera se oyó un rugido ensordecedor. Harry se incorporó rápidamente y se golpeó en la alacena. Fue tambaleándose hasta la cocina mientras se frotaba la cabeza y miró por la ventana que daba al jardín trasero. Unas ondulaciones recorrían la oscuridad. Entonces comenzaron a aparecer unas figuras a medida que se desactivaban sus encantamientos desilusionadores. Hagrid destacaba en medio de la escena, estaba sentado en una enorme motocicleta con sidecar negro. Alrededor otros desmontaban de escobas.
Harry abrió la puerta para salir a saludarlo, Hermione lo abrazó y Ron le dio unas palmadas en al espalda. Ojoloco indicó que se pusieran a cubierto para explicarle el nuevo plan a Harry. Harry los guió hacia la cocina. Estaban: Ron, Hermione, Fred y George, Bill, el señor Weasley, Ojoloco, Tonks, Lupin, Fleur, Kingsley, Hagrid y Mundungus Fletcher. Harry estaba feliz de verlo a todos, incluso a Mundungus. Antes de que Ojoloco explicara el plan se enteró de que Tonks y Lupin se habían casado.
El plan había cambiado debido a que Pius Thicknesse se había cambiado al otro bando y había prohibido usar la Red Flu, ubicar un translador y salir o entrar mediante aparición en esa casa. Como Harry no había cumplido 17 años tenia activado el detector. El detector era el encantamiento que percibía las actividades mágicas realizadas entorno a lo menores de edad, por lo que no podían hacer ningún hechizo para sacarlo de ahí.
El nuevo plan consistía en usar medios de transporte que no necesitaran usar algún hechizo para utilizarlos: escobas, thestrals y la motocicleta de Hagrid. Harry veía fallas en el plan, pero dejo a Ojoloco continuar. El encantamiento de su madre solo se podría romper si Harry cumplía la mayoría de edad o dejaba de llamar a esa casa Hogar. Habían decidido romper el encantamiento antes de que Harry cumpliera la mayoría de edad. Habían dado una pista falsa en el ministerio que decía que Harry seria transladado hasta el día 30, pero no podían confiarse, ya que Voldemort debió de haber puesto vigilancia en caso de que intentaran sacar a Harry antes. Habían puesto protección a varias casas diferentes, donde todas podían ser la casa donde esconder a Harry, ya que tenían relación con la Orden. Harry se dirigiría a la casa de los padres Tonks y ahí usaría un translador para llegar a la madriguera. Harry por fin explico la falla que le veía al plan. El principio los mortifagos podrían no saber a que casa irían, pero se volvería obvio cuando vieran a catorce personas dirigidas a la casa de Tonks. Ojoloco había olvidado explicar la clave del plan: esa noche habría siete Harry Potters surcando el cielo.
Varias personas del grupo tomarían poción multijugos para tomar la forma de Harry. Harry se opuso a ese plan, hacerse pasar por el era una sentencia de muerte. Harry dijo que él podría oponerse a darle los cabellos, pero Fred y George le hicieron ver que 13 contra uno que no puede usar magia, era una gran ventaja y Ojoloco estuvo de acuerdo con ellos, si era necesario le quitarían esos pelos por la fuerza.
Harry finalmente le dio los cabellos y Ojoloco los metió en la poción multijugos que ya traia preparada. Hermione dijo que se veía más apetitoso que Crabbe y Goyle, Ron la miro arqueando las cejas y ella le explicó que se refería a que la poción de Goyle parecía de mocos. Los que tomarían la forma de Harry serían Ron, Hermione, Fred, George, Fleur y Mundungus, quien no estaba feliz con la idea, pero Ojoloco lo había obligado a ir. Todos se tomaron la poción al mismo tiempo. Ojoloco les entregó ropa en cuanto termino su transformación, les dijo que no olvidaran las gafas y que tomaran el equipaje de otra bolsa. Cuando comenzaron a desvestirse a Harry le hubiera gustado decirles que tuvieran mas respeto con su intimidad.
Las parejas eran las siguientes: Ojoloco y Mundungus viajarían en escoba; Arthur y Fred usarían escoba; Lupin y George, también en escoba; Bill y Fleur usarían un thestral; Kingsley y Hermione en el otro thestral; Tonks y Ron en escoba y Hagrid y Harry en la motocicleta. Harry volvió al recibidor para recoger su Saeta, su mochila y la jaula de Hedwig.
Cuando regreso ya todos estaban preparados en su correspondiente transporte, Harry se acomodo como pudo en el sidecar de la motocicleta, que reconoció como la de Sirius. Hagrid le explicó algunas de las modificaciones que le habían echo él y Arthur. Ojoloco indicó que debían salir todos al mismo tiempo para que la maniobra funcionara. Les deseó suerte a todos, contó hasta tres y todos salieron disparados al cielo.
Harry iba demasiado incomodo en el sidecar, sus piernas ya estaban entumecidas. De pronto se vieron rodeados por al menos treinta figuras encapuchadas que formaban un círculo en donde la orden había ido a meterse.
La motocicleta se puso boca abajo y las cosas de Harry resbalaron entre sus rodillas. La escoba cayó girando sobre si misma, pero Harry pudo agarrar la mochila y la jaula de Hedwig y se sintió aliviado. Hubo otro destello de luz verde. La lechuza chilló y se desplomó en la jaula. Hedwig yacía inmóvil en el fondo de la jaula.
Harry no podía ocuparse por el momento de la lechuza su mayor preocupación era la suerte de los demás. Intento hacer que Hagrid regresara para poder ayudarlos, pero Hagrid dijo claramente que su misión era llevarlo sano y salvo. Cuatro mortifagos se habían separado del grupo y los perseguían lanzándoles maldiciones. Harry contraatacaba, pero los mortifagos esquivaban los ataques. Hagrid apretó un botón verde en la motocicleta y del tubo de escape salió una pared de ladrillos que tres mortifagos esquivaron, el cuarto no lo logró y comenzó a caer junto con la pared, uno de sus compañeros regresó a ayudarlo. Hagrid volvió a acelerar. Los dos mortifagos restantes seguían lanzando maldiciones asesinas que pasaban rozando la cabeza de Harry. Hagrid apretó otro botón y del tubo de escape salió una red, pero los mortifagos lo esquivaron. El tercer mortifago, que había vuelto a socorrer a su compañero, estaba de regreso. Hagrid le dijo a Harry que se agarrara fuerte y apretó un botón morado.
Un chorro de fuego de dragón brotó del tubo de escape y la motocicleta salió despedida hacia adelante. Los mortifagos trataban de esquivar las calientes llamas y al mismo tiempo la pieza que sujetaba el sidecar se había rajado y Harry oscilaba amenazadoramente. Hagrid trató de repararlo pero solo terminó de romperlo. El sidecar caía lentamente.
Harry uso Wingardium leviosa para evitar la caída. Y Hagrid regresó por el antes de que los mortifagos lo alcanzaran. Harry utilizó impedimenta con un mortifago que quedó suspendido en el aire provocando que su compañero casi chocara con él. Hagrid por fin alcanzó a Harry y lo saco del sidecar. Harry pudo tomar la mochila y subir a la motocicleta quedando tras Hagrid espalda con espada. Harry apuntó al sidecar y lo hizo explotar. Sintió una punzada de dolor por Hedwig que había explotado junto con el sidecar. La explosión hizo que un mortifago cayera de la escoba.
Otros dos mortifagos seguían persiguiéndolos. Harry disparó un embrujo bloqueador al mortifago más cercano que al virar se le cayó la capucha descubriendo su cara. Harry lo reconoció la cara extrañamente inexpresiva como Stanley Shunpike y usó Expelliarmus.
- ¡Es él! ¡Es él! ¡Es el auténtico! –
El grito del mortifago encapuchado llego a los oídos de Harry a pesar del ruido de la motocicleta y al cabo de un instante ambos mortifagos había desaparecido. Harry le dijo a Hagrid que usara nuevamente el fuego de dragón, quería alejarse lo más rápido posible de ahí. ¿Como lo habían reconocido?
Harry le decía que ya casi llegaban, que estaba por lograrlo. De pronto Harry sintió un dolor tremendo en la cicatriz. Dos mortifagos aparecieron a su lado lanzando maldiciones asesinas. Y entonces lo vio: Voldemort volaba como el humo en el viento. Harry comenzó a lanzar hechizos aturdidores a diestra y siniestra. La motocicleta empezó a caer fuera de control.
Los mortifagos seguían lanzando maldiciones, Harry sentía demasiado dolor en la cicatriz, sentía que en cualquier momento moriría. Un encapuchado llegó a escasos palmos de el y levantó el brazo, pero antes de que pudiera hacer algo más, Hagrid se lanzó contra el y ahora ambos caían hacia el vacío.
Voldemort iba a utilizar Avada Kedabra con Harry. Harry cerró los ojos debido al dolor de la cicatriz y su varita actuó sola. Percibió como tiraba de su mano como un imán y vislumbro una llamarada de fuego dorado a través de sus cerrados parpados. Voldemort dio un chillido y Harry se dio cuenta de que su nariz estaba pegada al botón del fuego de dragón, así que lo apretó.
Harry salió disparado hacia el suelo, intento atraer a Hagrid con un encantamiento convocador pero de nada sirvió. Escuchó como Voldemort le pedía la varita a Selwyn. Sintió como Voldemort estaba a punto de lanzarle otro hechizo, pero de pronto este se desvaneció. Harry vio a Hagrid tendido en el suelo, intentoó enderezar la motocicleta para no chocar con él y buscó el freno, pero se estrelló en una ciénaga con un fuerte golpe.
CAPITULO 5: El Gerrero Caido
Harry se levantó para ver cómo estaba Hagrid, la sangre recorría su cara. Hagrid no se movió. Alguien preguntó si era Harry Potter, Harry no reconocía la voz. Le decía que se habían estrellado a un tal Ted. La cabeza de Harry daba vueltas, aún le hablaba a Hagrid, sus rodillas se doblaron.
Cuando Harry despertó estaba tumbado sobre unos cojines, parecía estar recuperado de sus heridas, pero aun le dolía la cicatriz. Llamó a Hagrid, un sujeto rubio y barrigudo le dijo que Hagrid estaba bien, que su esposa lo estaba curando y se presento como Ted Tonks, padre de Dora. Ted pensaba que se habían estrellado debido a que Arthur le había echo modificaciones peligrosas a la motocicleta, pero Harry le explicó que habían sido mortifagos, muchos de ellos. Significaba que los hechizos protectores funcionaban, ya que los mortifagos no podían acercarse a la casa. Harry entendió porque Voldemort se había desvanecido tan repentinamente.
Harry necesitaba ver a Hagrid, pero en cuanto bajo las piernas del sofá la puerta se abrió y un Hagrid cubierto de sangre y fango entró y se acercó para darle un abrazo. Inmediatamente después entro una mujer que Harry confundió con Bellatrix, pero Ted le aclaró que ella era su esposa. La señora Tonks preguntó por su hija y Harry le dijo que no sabían de los demás.
Harry recordó que tenían que tomar el translador para ir a la madriguera, le dijo a los Tonks que le diría a Dora que les enviara noticias. Ted los llevó hasta el translador que era un cepillo de pelo plateado. Tomaron el translador y llegaron a la madriguera.
La señora Weasley y Ginny bajaban a prisa los escalones de la puerta trasera preguntando si era el autentico Harry y que había pasado con los demás. Harry explicó que los mortifagos los estaban esperando y después los había alcanzado Voldemort. Hagrid le pidió coñac a Molly que fue por el a la casa.
Ginny le explico que los que tenían que llegar primero eran Tonks y Ron, pero habían perdido el translador. Los siguientes debieron ser su Padre y Fred, que tampoco habían llegado. Harry y Hagrid eran los terceros y los cuartos deberían ser George y Lupin. Molly regreso y le dio el coñac a Hagrid. Ginny avistó algo a cierta distancia.
Lupin sujetaba a George que estaba cubierto de sangre y le faltaba una oreja. En cuanto acomodaron a George dentro de la casa, Lupin tomo a Harry para comprobar que era el, ya que según el, alguien los había traicionado. Harry no creía que alguien del equipo los hubiera traicionado. Le explicó brevemente su encuentro con los mortifagos y posteriormente con Voldemort. Lupin lo regañó por usar expelliarmus, ya que en una persecución no usas encantamientos de desarme, pero Harry le dijo que el no pensaba matar a Stan.
Cuando Lupin explicaba que George ya no podría recuperar su oreja debido a que se la había quitado una maldición, Hermione y Kingsley aparecieron fuera de la madriguera. Hermione se lanzó a los brazos de Harry, pero Kingsley apuntó con su varita a Lupin para comprobar su identidad. Cuando comprobó que era realmente Lupin y este le dijo que ya había comprobado a Harry, lo pusieron al tanto de todos los acontecimientos sucedidos. Lupin explicó que Snape le había quitado la oreja a George con Sectumsempra.
Molly salió al jardín porque había oído más voces y les dijo que había curado la oreja de George, pero no había podido hacer que creciera nuevamente. El señor Weasley apareció en la cocina de la madriguera, diciéndole a Kingsley que le demostraría quien era en cuanto viera a su hijo. Fred estaba pálido viendo a George, cuando este despertó y pregunto por su lenteja, haciendo referencia a su oreja, supieron que se pondría bien.
Harry y Ginny volvieron a salir al patio trasero a esperar que volvieran los faltantes. Hagrid, Hermione y Lupin estaban hombro con hombro viendo al cielo. Los minutos eran largos e insoportables, de pronto encima de ellos se materializo una escoba y descendió como una centella. Hermione inmediatamente los reconoció. Tonks fue a abrazar a Lupin que estaba pálido y sin palabras, mientras que Ron se dirigió hacia Hermione y Harry. Ron se dio cuenta de que Hermione estaba sana y salva y esta se abalanzó sobre él y lo abrazó con fuerza.
Ginny fue a avisarles a sus padres que Ron había vuelto, mientras Tonks explicaba porque habían llegado tarde: Bellatrix. Odiaba tanto a Tonks como a Harry, así que había echo lo posible para matarla, pero habían logrado llegar a casa de la tía Muriel.
Kingsley se fue ya que tenía que estar en Downing Street. Los Weasley bajaron para abrazar a Ron y agradecer a Lupin y Tonks por haberlos traído con vida. Un thestral apareció en el cielo y descendió. Bill y Fleur, despeinados pero ilesos, se apearon del animal. Llegaban con una mala noticia: Ojoloco había muerto. Dung había escapado por el pánico momentos después de que salieran del circulo y la maldición de Voldemort le había dado directo en la cara Ojoloco.
Todos entraron a al madriguera, ya que ojoloco y Dung eran los únicos que faltaban y estaba claro que no llegarían. Todos en la cocina brindaron por Ojoloco. Y después se pusieron a pensar quién pudo traicionarlos, pero Harry interrumpió diciendo que nadie de los presentes sería capaz de tal cosa, por lo que Lupin pensó que era demasiado confiado.
Bill dijo que él sería el que buscaría el cadáver de Ojoloco antes de que los mortifagos lo encontraran. Lupin y Bill se despidieron y salieron de la habitación. Harry dijo que también tenia que marcharse. A Harry le preocupaba que Voldemort descubriera que estaba ahí y los fuera a atacar. Pero a ninguno de los demás les importaba eso, ya que Voldemort no sabía donde estaba exactamente.
Hagrid comentó que Harry había vuelto a librarse de Voldemort, pero este dijo que no fue así, que la varita había actuado sola. Nadie le creyó, ya que las varitas no actuaban solas. Harry insistió en que el no había echo nada.
El dolor de la cicatriz era tan intenso que tubo que salir al jardín. Al llegar ahí pensó en Dumbledore, estaba seguro de que el sabría explicarle porque la varita había actuado sola.
El dolor de la cicatriz alcanzó un grado de dolor muy alto, Harry cerró los ojos mientras escuchaba la voz de Voldemort gritarle a Ollivander. Le gritaba porque el le había dicho que si cambiaba de varita se solucionaría el problema, Ollivander no sabia porque no había funcionado. Harry vio como la blanca mano de Voldemort se alzaba y el frágil anciano se retorcía de dolor.
Hermione y Ron habían llegado junto a el y habían echo que las imágenes desapareciera. Harry les explicó lo que acababa de ver y Hermione le dijo que debía cerrar su mente. Voldemort se estaba apropiando del ministerio, los periódicos y medio mundo mágico, no podía dejar que también se apoderara de su mente.
Cuando Harry despertó estaba tumbado sobre unos cojines, parecía estar recuperado de sus heridas, pero aun le dolía la cicatriz. Llamó a Hagrid, un sujeto rubio y barrigudo le dijo que Hagrid estaba bien, que su esposa lo estaba curando y se presento como Ted Tonks, padre de Dora. Ted pensaba que se habían estrellado debido a que Arthur le había echo modificaciones peligrosas a la motocicleta, pero Harry le explicó que habían sido mortifagos, muchos de ellos. Significaba que los hechizos protectores funcionaban, ya que los mortifagos no podían acercarse a la casa. Harry entendió porque Voldemort se había desvanecido tan repentinamente.
Harry necesitaba ver a Hagrid, pero en cuanto bajo las piernas del sofá la puerta se abrió y un Hagrid cubierto de sangre y fango entró y se acercó para darle un abrazo. Inmediatamente después entro una mujer que Harry confundió con Bellatrix, pero Ted le aclaró que ella era su esposa. La señora Tonks preguntó por su hija y Harry le dijo que no sabían de los demás.
Harry recordó que tenían que tomar el translador para ir a la madriguera, le dijo a los Tonks que le diría a Dora que les enviara noticias. Ted los llevó hasta el translador que era un cepillo de pelo plateado. Tomaron el translador y llegaron a la madriguera.
La señora Weasley y Ginny bajaban a prisa los escalones de la puerta trasera preguntando si era el autentico Harry y que había pasado con los demás. Harry explicó que los mortifagos los estaban esperando y después los había alcanzado Voldemort. Hagrid le pidió coñac a Molly que fue por el a la casa.
Ginny le explico que los que tenían que llegar primero eran Tonks y Ron, pero habían perdido el translador. Los siguientes debieron ser su Padre y Fred, que tampoco habían llegado. Harry y Hagrid eran los terceros y los cuartos deberían ser George y Lupin. Molly regreso y le dio el coñac a Hagrid. Ginny avistó algo a cierta distancia.
Lupin sujetaba a George que estaba cubierto de sangre y le faltaba una oreja. En cuanto acomodaron a George dentro de la casa, Lupin tomo a Harry para comprobar que era el, ya que según el, alguien los había traicionado. Harry no creía que alguien del equipo los hubiera traicionado. Le explicó brevemente su encuentro con los mortifagos y posteriormente con Voldemort. Lupin lo regañó por usar expelliarmus, ya que en una persecución no usas encantamientos de desarme, pero Harry le dijo que el no pensaba matar a Stan.
Cuando Lupin explicaba que George ya no podría recuperar su oreja debido a que se la había quitado una maldición, Hermione y Kingsley aparecieron fuera de la madriguera. Hermione se lanzó a los brazos de Harry, pero Kingsley apuntó con su varita a Lupin para comprobar su identidad. Cuando comprobó que era realmente Lupin y este le dijo que ya había comprobado a Harry, lo pusieron al tanto de todos los acontecimientos sucedidos. Lupin explicó que Snape le había quitado la oreja a George con Sectumsempra.
Molly salió al jardín porque había oído más voces y les dijo que había curado la oreja de George, pero no había podido hacer que creciera nuevamente. El señor Weasley apareció en la cocina de la madriguera, diciéndole a Kingsley que le demostraría quien era en cuanto viera a su hijo. Fred estaba pálido viendo a George, cuando este despertó y pregunto por su lenteja, haciendo referencia a su oreja, supieron que se pondría bien.
Harry y Ginny volvieron a salir al patio trasero a esperar que volvieran los faltantes. Hagrid, Hermione y Lupin estaban hombro con hombro viendo al cielo. Los minutos eran largos e insoportables, de pronto encima de ellos se materializo una escoba y descendió como una centella. Hermione inmediatamente los reconoció. Tonks fue a abrazar a Lupin que estaba pálido y sin palabras, mientras que Ron se dirigió hacia Hermione y Harry. Ron se dio cuenta de que Hermione estaba sana y salva y esta se abalanzó sobre él y lo abrazó con fuerza.
Ginny fue a avisarles a sus padres que Ron había vuelto, mientras Tonks explicaba porque habían llegado tarde: Bellatrix. Odiaba tanto a Tonks como a Harry, así que había echo lo posible para matarla, pero habían logrado llegar a casa de la tía Muriel.
Kingsley se fue ya que tenía que estar en Downing Street. Los Weasley bajaron para abrazar a Ron y agradecer a Lupin y Tonks por haberlos traído con vida. Un thestral apareció en el cielo y descendió. Bill y Fleur, despeinados pero ilesos, se apearon del animal. Llegaban con una mala noticia: Ojoloco había muerto. Dung había escapado por el pánico momentos después de que salieran del circulo y la maldición de Voldemort le había dado directo en la cara Ojoloco.
Todos entraron a al madriguera, ya que ojoloco y Dung eran los únicos que faltaban y estaba claro que no llegarían. Todos en la cocina brindaron por Ojoloco. Y después se pusieron a pensar quién pudo traicionarlos, pero Harry interrumpió diciendo que nadie de los presentes sería capaz de tal cosa, por lo que Lupin pensó que era demasiado confiado.
Bill dijo que él sería el que buscaría el cadáver de Ojoloco antes de que los mortifagos lo encontraran. Lupin y Bill se despidieron y salieron de la habitación. Harry dijo que también tenia que marcharse. A Harry le preocupaba que Voldemort descubriera que estaba ahí y los fuera a atacar. Pero a ninguno de los demás les importaba eso, ya que Voldemort no sabía donde estaba exactamente.
Hagrid comentó que Harry había vuelto a librarse de Voldemort, pero este dijo que no fue así, que la varita había actuado sola. Nadie le creyó, ya que las varitas no actuaban solas. Harry insistió en que el no había echo nada.
El dolor de la cicatriz era tan intenso que tubo que salir al jardín. Al llegar ahí pensó en Dumbledore, estaba seguro de que el sabría explicarle porque la varita había actuado sola.
El dolor de la cicatriz alcanzó un grado de dolor muy alto, Harry cerró los ojos mientras escuchaba la voz de Voldemort gritarle a Ollivander. Le gritaba porque el le había dicho que si cambiaba de varita se solucionaría el problema, Ollivander no sabia porque no había funcionado. Harry vio como la blanca mano de Voldemort se alzaba y el frágil anciano se retorcía de dolor.
Hermione y Ron habían llegado junto a el y habían echo que las imágenes desapareciera. Harry les explicó lo que acababa de ver y Hermione le dijo que debía cerrar su mente. Voldemort se estaba apropiando del ministerio, los periódicos y medio mundo mágico, no podía dejar que también se apoderara de su mente.
CAPITULO 6: El Ghoul en Pijama
Ron y Harry hablaban de los horcruxes. Ron le decía que Hermione había estado investigando, pero que guardaba la información para la llegada de Harry.
Harry quería comenzar su búsqueda en cuanto cumpliera 17 años, pero Ron le decía que tenia que asistir a la boda de Fleur y Bill, si no su madre los mataría. Le advirtió que su madre estaba tratando de averiguar que se traían entre manos. Y así hizo Molly, usando de escusa un calcetín extraviado, llamó a Harry para tratar de sacarle algo de información. Como Harry no dijo más de lo necesario, le pidió a Harry ayuda con los preparativos de la boda y Harry aceptó, pero desde ese momento lo mantuvo tan ocupado, y también a Ron y Hermione, que no tenían tiempo de hablar a solas.
La madriguera había sustituido a Grimmauld Place como cuartel general, ya que al morir Dumbledore, guardián de los secretos de la orden, cada una de las personas a las que les había revelado la ubicación de Grimmauld Place se había convertido en guardián de los secretos, por lo que era mucho más fácil que le sonsacaran el secreto a alguno. Harry pensaba que Snape ya debía de haberles revelado la dirección a los mortifagos, pero Ojoloco le había puesto maldiciones contra Snape por si volvía a aparecer por ahí.
Esa noche hubo mucha gente en la cocina de la madriguera, Harry tenía que esforzarse mucho para no rozarle el brazo a Ginny y esto apenas le permitía cortar su pollo. El cuerpo de Ojoloco aún no había sido encontrado, por lo que no habían podido celebrarle un funeral. En la mesa se habló de como el ministerio seguía tratando de esconder todo, la gente tenia miedo de que ellos o sus familias fueran los siguientes en desaparecer. Hubo una pausa, que la señora Weasley aprovechó para levantar los platos sucios y servir la tarta de melaza.
Cuando todos tuvieron el postre Fleur comentó el plan a seguir en la boda. Aunque no habían invitado a ningún mortifago no podían asegurar que a algún invitado no se le escape algo después de tomarse unas copas de champagne. La señora Weasley mandó a Ron a limpiar su habitación y este se exalto mucho, pero al final no tuvo más remedio que aceptar. A Harry lo mandó a ayudar a Arthur en el gallinero y a Hermione a cambiar las sábanas para Monsieur y madame Delacour.
En el gallinero no había mucho trabajo y Hermione y Ginny habían cambiado las sabanas el día anterior, así que ambos fueron a reunirse con Ron en su habitación. Hablaron de Ojoloco, según Ron podría seguir vivo, pero Harry y Hermione lo veían más pesimistamente. Hermione terminó al borde de las lágrimas y Ron saltoó desde su cama para abrazarla y ofrecerle un pañuelo.
Cuando Hermione se recupero siguió revisando libros que llevaría a la búsqueda de los Horrocruxes. Harry intento nuevamente de convencerlos de que no debían ir con él, pero no dio resultado. Ron y Hermione habían decidido acompañarlo desde hace años. Hermione llevaba días preparando el equipo que llevarían, incluso robó todas las existencias de poción multijugos de Ojoloco. También les cambio la memoria a sus padres para que Voldemort tuviera más difícil encontrarlos, si salía con vida les devolvería la memoria, y si no, no habría problema, porque no recordaban que tenían una hija. Las lágrimas volvieron a sus ojos y Ron nuevamente se levantó a consolarla, reprochando a Harry con la mirada.
Hermione le dijo a Ron que le enseñara lo que él había hecho. Habían convertido al ghoul que vivía en La Madriguera en algo parecido a Ron pero con muchas pústulas. El plan era decir que Ron no había asistido a Hogwarts por estar enfermo de Spattergroit, cuando fueran a comprobar que esto fuera cierto verían al ghoul y como es una enfermedad muy contagiosa no se atreverían a acercarse. Arthur junto con los gemelos habían ayudado a convertirlo, por lo que estaban al corriente del plan, pero Molly no. Ella aceptaría que se tenían que ir hasta que su hubieran ido. Hablaron un poco cobre los Delacour y porque llegaban tan pronto. Gabrielle, la hermana pequeña de Fleur seria dama de honor y necesitaba estar en el ensayo general.
Durante el demás rato hablaron sobre horcruxes. Hermione había conseguido libros que hablaban sobre ellos haciendo un encantamiento convocador dirigido hacia el despacho de Dumbledore. En ellos había descubierto varias cosas, como que los horcruxessolo pueden ser destruidos mediante algo tan destructivo que no pueda regenerarse, como el veneno de basilisco. Al ser destruido el objeto que contiene el pedazo de alma, esta no puede moverse a otro objeto, ya que esta depende de su continente, sin él no puede existir. Sin embargo, mientras el horcrux no sea destruido el alma puede entrar y salir con facilidad de alguien que se haya acercado emocionalmente al horcrux, como paso con Ginny.
Molly entró en el cuarto para desbaratar su reunión y los mandó a ordenar los regalos que estaban en su cuarto. Al día siguiente llegaron los Delacour que resultaron ser unos invitados nada exigentes y muy amables. Se mostraron dispuestos a ayudar con los preparativos de la boda. La madriguera no era tan grande como para albergar a tantas personas. Los Delacour dormían en la habitación del los señores Weasley y estos en el salón, Gabrielle dormía con Fleur en el dormitorio de Percy, Bill dormiría con Charlie cuando este llegara de Rumania. Las oportunidades para planear la caza de los horcruxes escaseaban, así que Harry, Ron y Hermione se ofrecían a darle de comer a las gallinas y aún así no tenían mucho tiempo antes de que llegara Molly.
Molly les dijo que habia mucho trabajo que hacer y que los hechizos protectores estaban complicando un poco las cosas. Harry se disculpó, ya que por él estaban los hechizos, pero Molly le dijo que no se refería a eso, que su seguridad era lo mas importante. Le preguntó a Harry como quería celebrar su cumpleaños y este dijo que no quería nada complicado, solo una cena tranquila. Decidieron invitar a Remus, Tonks y Hagrid. La señora Weasley se marcho y Harry vio como tendía la ropa mediante un movimiento de varita, de pronto sintió un remordimiento por todos los problemas que le estaba causando.
Harry quería comenzar su búsqueda en cuanto cumpliera 17 años, pero Ron le decía que tenia que asistir a la boda de Fleur y Bill, si no su madre los mataría. Le advirtió que su madre estaba tratando de averiguar que se traían entre manos. Y así hizo Molly, usando de escusa un calcetín extraviado, llamó a Harry para tratar de sacarle algo de información. Como Harry no dijo más de lo necesario, le pidió a Harry ayuda con los preparativos de la boda y Harry aceptó, pero desde ese momento lo mantuvo tan ocupado, y también a Ron y Hermione, que no tenían tiempo de hablar a solas.
La madriguera había sustituido a Grimmauld Place como cuartel general, ya que al morir Dumbledore, guardián de los secretos de la orden, cada una de las personas a las que les había revelado la ubicación de Grimmauld Place se había convertido en guardián de los secretos, por lo que era mucho más fácil que le sonsacaran el secreto a alguno. Harry pensaba que Snape ya debía de haberles revelado la dirección a los mortifagos, pero Ojoloco le había puesto maldiciones contra Snape por si volvía a aparecer por ahí.
Esa noche hubo mucha gente en la cocina de la madriguera, Harry tenía que esforzarse mucho para no rozarle el brazo a Ginny y esto apenas le permitía cortar su pollo. El cuerpo de Ojoloco aún no había sido encontrado, por lo que no habían podido celebrarle un funeral. En la mesa se habló de como el ministerio seguía tratando de esconder todo, la gente tenia miedo de que ellos o sus familias fueran los siguientes en desaparecer. Hubo una pausa, que la señora Weasley aprovechó para levantar los platos sucios y servir la tarta de melaza.
Cuando todos tuvieron el postre Fleur comentó el plan a seguir en la boda. Aunque no habían invitado a ningún mortifago no podían asegurar que a algún invitado no se le escape algo después de tomarse unas copas de champagne. La señora Weasley mandó a Ron a limpiar su habitación y este se exalto mucho, pero al final no tuvo más remedio que aceptar. A Harry lo mandó a ayudar a Arthur en el gallinero y a Hermione a cambiar las sábanas para Monsieur y madame Delacour.
En el gallinero no había mucho trabajo y Hermione y Ginny habían cambiado las sabanas el día anterior, así que ambos fueron a reunirse con Ron en su habitación. Hablaron de Ojoloco, según Ron podría seguir vivo, pero Harry y Hermione lo veían más pesimistamente. Hermione terminó al borde de las lágrimas y Ron saltoó desde su cama para abrazarla y ofrecerle un pañuelo.
Cuando Hermione se recupero siguió revisando libros que llevaría a la búsqueda de los Horrocruxes. Harry intento nuevamente de convencerlos de que no debían ir con él, pero no dio resultado. Ron y Hermione habían decidido acompañarlo desde hace años. Hermione llevaba días preparando el equipo que llevarían, incluso robó todas las existencias de poción multijugos de Ojoloco. También les cambio la memoria a sus padres para que Voldemort tuviera más difícil encontrarlos, si salía con vida les devolvería la memoria, y si no, no habría problema, porque no recordaban que tenían una hija. Las lágrimas volvieron a sus ojos y Ron nuevamente se levantó a consolarla, reprochando a Harry con la mirada.
Hermione le dijo a Ron que le enseñara lo que él había hecho. Habían convertido al ghoul que vivía en La Madriguera en algo parecido a Ron pero con muchas pústulas. El plan era decir que Ron no había asistido a Hogwarts por estar enfermo de Spattergroit, cuando fueran a comprobar que esto fuera cierto verían al ghoul y como es una enfermedad muy contagiosa no se atreverían a acercarse. Arthur junto con los gemelos habían ayudado a convertirlo, por lo que estaban al corriente del plan, pero Molly no. Ella aceptaría que se tenían que ir hasta que su hubieran ido. Hablaron un poco cobre los Delacour y porque llegaban tan pronto. Gabrielle, la hermana pequeña de Fleur seria dama de honor y necesitaba estar en el ensayo general.
Durante el demás rato hablaron sobre horcruxes. Hermione había conseguido libros que hablaban sobre ellos haciendo un encantamiento convocador dirigido hacia el despacho de Dumbledore. En ellos había descubierto varias cosas, como que los horcruxessolo pueden ser destruidos mediante algo tan destructivo que no pueda regenerarse, como el veneno de basilisco. Al ser destruido el objeto que contiene el pedazo de alma, esta no puede moverse a otro objeto, ya que esta depende de su continente, sin él no puede existir. Sin embargo, mientras el horcrux no sea destruido el alma puede entrar y salir con facilidad de alguien que se haya acercado emocionalmente al horcrux, como paso con Ginny.
Molly entró en el cuarto para desbaratar su reunión y los mandó a ordenar los regalos que estaban en su cuarto. Al día siguiente llegaron los Delacour que resultaron ser unos invitados nada exigentes y muy amables. Se mostraron dispuestos a ayudar con los preparativos de la boda. La madriguera no era tan grande como para albergar a tantas personas. Los Delacour dormían en la habitación del los señores Weasley y estos en el salón, Gabrielle dormía con Fleur en el dormitorio de Percy, Bill dormiría con Charlie cuando este llegara de Rumania. Las oportunidades para planear la caza de los horcruxes escaseaban, así que Harry, Ron y Hermione se ofrecían a darle de comer a las gallinas y aún así no tenían mucho tiempo antes de que llegara Molly.
Molly les dijo que habia mucho trabajo que hacer y que los hechizos protectores estaban complicando un poco las cosas. Harry se disculpó, ya que por él estaban los hechizos, pero Molly le dijo que no se refería a eso, que su seguridad era lo mas importante. Le preguntó a Harry como quería celebrar su cumpleaños y este dijo que no quería nada complicado, solo una cena tranquila. Decidieron invitar a Remus, Tonks y Hagrid. La señora Weasley se marcho y Harry vio como tendía la ropa mediante un movimiento de varita, de pronto sintió un remordimiento por todos los problemas que le estaba causando.
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